Diálogos con un pájaro: Extracto de una Reflexión..


Es una situación muy extraña que todo ser humano inteligente tiene que afrontar: estamos enraizados en la tierra y queremos alas para volar por el cielo. No podemos desarraigarnos porque la tierra es nuestra nutrición, nuestro alimento. Y no podemos dejar de SOÑAR con alas, porque ese es nuestro espíritu, esa es nuestra alma misma, eso es lo que nos hace seres humanos.

Ningún animal siente angustia; todos los animales están plenamente satisfechos tal como son. El hombre es el único animal que está intrínsicamente descontento; por eso la sensación de vergüenza, porque sabe: - Puedo ser LIBRE –

Un Hombre, un gran hombre que luchaba por la libertad, viajaba por las montañas. Fue a pasar la noche a una posada. Se quedó asombrado de que en la posada había un loro muy hermoso que repetía continuamente:

- ¡ Libertad ¡ ¡ Libertad !. Era un lugar de tales características que cuando el loro decía la palabra Libertad, seguía resonando en los valles, en la montañas.

El hombre pensó:
“ He visto muchos loros, y he pensado que debían de querer liberarse de esas jaulas…pero nunca he visto un loro como este, que se pasa el día, desde la mañana hasta que se duerme al atardecer, pidiendo a gritos la libertad.”

Tuvo una idea. Se levantó en mitad de la noche y abrió la puerta de la jaula. El dueño estaba profundamente dormido, y el hombre le susurró al loro: - Sal ahora –.

Pero se quedó muy sorprendido al ver que el loro se aferra a los barrotes de la jaula. Le dijo una y otra vez: ¿ Te has olvidado de la Libertad ? ¡ Sal !.
La puerta está abierta y tu dueño está durmiendo profundamente; nadie se enterará. Vuela por el cielo; todo el cielo es tuyo.

Pero el loro se aferraba tan concienzudamente, con tanta fuerza, que el hombre le dijo: ¿ Qué pasa ? ¿ Estás loco ?. Intentó sacar al loro con sus propias manos, pero el loro empezó a picotearle, y al mismo tiempo gritaba: - ¡ Libertad ! ¡ Libertad !. Los valles en la noche resonaron y volvieron a resonar. Pero el hombre también era testarudo, era alguien que luchaba por la libertad. Sacó al loro por la fuerza, y lo lanzó al cielo; y se sintió muy satisfecho a pesar de que tenía la mano herida. El loro le había atacado con toda la fuerza que pudo, pero el hombre se sintió inmensamente satisfecho de haber liberado su alma. Se fue a dormir.

Por la mañana, cuando el hombre se estaba despertando, oyó gritar al loro: - ¡ Libertad ! ¡ Libertad !. Pensó que el loro estaría en un árbol o en una roca. Pero cuando salió, el loro estaba en la jaula. La puerta estaba abierta.

Me ha encantado esta historia, porque es muy verdadera. Puede que quieras ser LIBRE, pero la jaula tiene ciertas certidumbres, seguridades. En la jaula, el loro no tiene que preocuparse de la comida, no tiene que preocuparse de sus enemigos, no tiene que preocuparse de nada en absoluto. Es cómoda, es dorada. Ningún otro loro tiene una jaula tan valiosa.

El poder, las riquezas, el prestigio…todo eso son jaulas. El alma quiere ser libre, pero la libertad es peligrosa. La libertad no tiene seguro. La libertad no tiene ninguna certidumbre, ninguna seguridad.

Libertad significa ir andando por el filo de una cuchilla: en peligro en todo momento, abriéndose paso. Cada momento es un desafío de lo desconocido. A veces hace demasiado calor y a veces hace demasiado frío… y no hay nadie que se ocupe de ti. En la jaula, el dueño era el responsable. Cuando hacía frío, él cubría la jaula con una manta; él ponía un ventilador cerca cuando hacía demasiado calor.

La LIBERTAD implica una responsabilidad tremenda; estás solo y por tu cuenta


MP3 - La más hermosa melodía, para dar "vueltas" a la idea del Pajarito..


( Extracto de un libro que leí, hace poco tiempo…)


Giovanni M. Meirone Luchsinger.
14 de Diciembre de 2006